Son vainas aplanadas y alargadas, en cuyo interior se dispone un número de semillas variable según la especie.

Es una planta que requiere un clima húmedo y suave.

La recolección, que puede extenderse durante todo el verano, se hace a medida que las vainas van apareciendo.

Son muy sensibles al frío, la excesiva humedad y los vientos. Pueden sufrir ataques fúngicos, como el mildiu o el oídio, y de insectos como la mosca blanca.

Se pueden encontrar fácilmente en los mercados y en las grandes superficies comercializada frescos, congelada o en conserva (latas o botes de cristal).

Son una importante fuente de proteínas, minerales, vitamina B6, vitamina C y ácido fólico, además de ser diuréticas y digestivas.